Si firmaste tu préstamo hipotecario hace unos años, es posible que sus condiciones sean peores que las que se ofrecen ahora. En ese caso, puedes cambiar de banco para mejorarlas con una subrogación o con la firma de un nuevo crédito:
- Con una subrogación de acreedor: consiste básicamente en trasladar una hipoteca de un banco a otro. Con esta operación puedes modificar el tipo de interés, pasar del tipo VARIABLE AL FIJO, eliminar requisitos de bonificación y comisiones y alargar o reducir el plazo.
- Con la cancelación y contratación de una nueva hipoteca: consiste en firmar un nuevo préstamo con otra entidad, con unas condiciones mejores, y cancelar el que tengas vigente. Con esta operación puedes modificar cualquier aspecto del crédito original (capital, plazo, interés, garantías, etc.).
En ambos casos, para que otro banco asuma tu hipoteca deberás tener un buen perfil y llevar al menos un año o dos pagando las cuotas.